¡Vaya, cómo suena! Pero resulta que es cierto. Cuando hace ya un par de años empecé a escribir la primera (hasta ahora tan sólo había escrito relatos cortos sin mucha estructura ni planteamientos previos), no sabía hasta dónde iba a llegar. Me puse a hacer fichas de personajes, fichas de escenas, ideas sobre un mundo fantástico (aunque no demasiado mágico), costumbres tribales, mitos y leyendas, etc... Después de tener todo el esquema en casi noventa fichas, empecé la primera redacción. Es una experiencia única, sobre todo al principio, porque me sentía encorsetado por las fichas, pero no podía dejarlas porque si no me iba a perder.
Pasaron los meses y fui cogiendo experiencia; iba marcando las fichas de escenas con un lápiz azul, hasta que poco a poco fueron quedando menos. Algunas eran demasiado simples y tuve que ampliarlas (hasta tener unas ciento cuarenta). Y por fin, el veinte de febrero de 2008 pude dar por concluido el primer borrador. ¡Qué alegría!
Hasta el diez de octubre hice hasta cinco revisiones, casi todas bastantes profundas y por fin envié las tres copias a la editorial SM. Atrás quedaban cientos de horas de dedicación (de las del llamado «tiempo libre» porque tampoco es éste mi trabajo), y hasta emociones muy especiales en algunas de las escenas.
Después de todo, y aunque la novela sigue su camino a ver si alguien la publica, hay una cosa que este libro me ha enseñado: Sí soy capaz de acabar. No es nada baladí, teniendo en cuenta las dificultades que surgen en el camino.
Ahora (exactamente ayer) empiezo a escribir la segunda. Llevo ya meses tomando apuntes sueltos, imaginando personajes y escenas e ideando un boceto de esquema; pero ayer empecé a dedicarle explícitamente un rato. No tengo ya aquella duda de si podré acabarla, sé que sí. Ahora mi reto es aumentar la calidad, el ritmo, el estilo, los personajes, la trama... no es poco, pero comienzo ilusionado.
domingo, 22 de marzo de 2009
sábado, 21 de marzo de 2009
Mi novela ya la tienen en edebé
Hace un par de días estuve hablando con una persona de edebé y al final mi novela ha entrado en el listado de los cientos de novelas que reciben al año (pensaba presentarla al concurso de la editorial, pero no encajaba exactamente en las bases por su extensión). Fue un encuentro muy agradable, esta persona, con una enorme amabilidad, me explicó el proceso por el que pasan todas esas novelas que les llegan. Una primera lectura la reciben todas, con un informe inicial en el que las posibilidades comerciales son sólo uno de los aspectos entre otros; los hay de tipo artístico (trama, personajes...), y otros como el rango de edad, los valores que pueda transmitir, etc.
Fue de una sinceridad luminosa, ya que al mismo tiempo que aseguraba que la primera lectura se hace a todos los textos que les llegan, también me decía que si valoraban que no era publicable me lo indicarían directamente. La calidad es importante, y hoy, decía, se está escribiendo con mucha calidad literaria también en literatura infantil y juvenil (no es que antes no se hiciese, pero al parecer se ha notado un crecimiento).
Como es de imaginar, me va a tocar esperar varios mesecillos antes de que me den la respuesta. Pero mientras hay que seguir leyendo, escribiendo, aprendiendo.
Seguimos en camino...
Fue de una sinceridad luminosa, ya que al mismo tiempo que aseguraba que la primera lectura se hace a todos los textos que les llegan, también me decía que si valoraban que no era publicable me lo indicarían directamente. La calidad es importante, y hoy, decía, se está escribiendo con mucha calidad literaria también en literatura infantil y juvenil (no es que antes no se hiciese, pero al parecer se ha notado un crecimiento).
Como es de imaginar, me va a tocar esperar varios mesecillos antes de que me den la respuesta. Pero mientras hay que seguir leyendo, escribiendo, aprendiendo.
Seguimos en camino...
miércoles, 11 de marzo de 2009
Nada, que no ha habido suerte
Pues eso, que al parecer los miembros del jurado de El Barco de Vapor no se han dado cuenta de lo magnífica y maravillosa que era mi novela (risas).
Pero esto no va a quedar así. Si las ganas de escribir se llevan dentro, tienen que desbordarse tarde o temprano.
¡Vamos a por la siguiente novela!
Pero esto no va a quedar así. Si las ganas de escribir se llevan dentro, tienen que desbordarse tarde o temprano.
¡Vamos a por la siguiente novela!
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